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Normativa para la escritura académica

Epígrafe

Qué es

Normas gráficas

Características generales

El epígrafe en la escritura académica

 

Qué es

El epígrafe consiste en uno o más textos, generalmente breves, situados entre el título y el comienzo del texto. Los epígrafes pueden hacer referencia a la totalidad del texto (epígrafe de texto) o al capítulo o parte que encabezan (epígrafe de capítulo). En tanto reproducen palabras de diversas fuentes, los epígrafes son un tipo especial de cita . El modo como el epígrafe refiere al texto al que precede es variable (véase Características generales ). Incluir o no epígrafes depende del gusto y criterio del autor.

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Normas gráficas

El epígrafe va en la misma fuente que el texto, en un cuerpo menor; también suelen usarse cursivas, aunque sólo en el texto y no en la referencia al autor y obra, que va inmediatamente a continuación de él. No es usual, ni necesario, usar comillas. Si es breve, es habitual marginarlo a la derecha; si es más extenso se usa una sangría igual o algo mayor que la sangía de párrafo. Cuando es cita de autores, deben seguirse los procedimientos de cita en cuanto a mención de autor y obra; los datos de edición y página suelen ponerse en nota

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Características generales

Si optamos por poner epígrafes, debemos tener en cuenta ciertas pautas. En primer lugar, la extensión: es preferible elegir un texto conciso, de una única oración o secuencia corta de oraciones. El epígrafe también debe ser pertinente a la totalidad del texto e interesante para el lector; su brevedad contribuye a esto.

Como el título , el epígrafe anticipa, promete al lector que encontrará algo de su interés en la lectura del texto. Desde ya, un epígrafe llamativo tiene más probabilidades de cumplir esa función. Así, por ejemplo, un libro titulado La ideología como lenguaje lleva el siguiente epígrafe:

Ábrete Sésamo, quiero salir.

Además de su pertinencia respecto del tema de la ideología totalitaria, el texto atrae por su manera ingeniosa de alterar una frase conocida.

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El epígrafe en la escritura académica

A. Epígrafe de texto

En el caso de los escritos académicos hay ciertas pautas específicas. Conviene elegir un epígrafe que funcione como un avance del texto; es decir, la pertinencia temática es una exigencia mayor que en otros géneros. Puede escogerse en la misma bibliografía empleada en la escritura; en ese caso, se buscará el fragmento que más se acerque a una idea-resumen de la totalidad. Ejemplos:

Memoria y olvido son indisociables en la enunciación de lo político. (Courtine)

Conocemos al otro por medio de nosotros, pero también a nosotros por medio del otro. (T. Todorov)

En el primer ejemplo, la cita-epígrafe está bajo el título de la tesis, se refiere a ella en su conjunto; se trata de un estudio sobre la palabra dictatorial y su exclusión de otros sentidos. El segundo ejemplo es de un diccionario etnolingüístico de la lengua maka.

En los dos casos, el epígrafe se propone como una clave de lectura para todo el texto; las frases elegidas contienen un grado suficiente de generalidad para cumplir esa función.

B) Epígrafe de capítulo

Cuando el epígrafe corresponde sólo a un capítulo de una tesis o un libro, el texto elegido deberá ser más específico que en el caso del texto entero. Las palabras seleccionadas pueden servir como un complemento del texto; pueden inclusive contener información que no será desarrollada como contenido del capítulo. El ejemplo que sigue tiene esta última característica (además de ser más extenso que los ejemplos citados y de tener el estatuto de documento: un diario de la época historiada):

Un inglés que no esté lleno de estima y admiración por la sublime manera en que una de las más importantes revoluciones que el mundo ha conocido se está ahora efectuando debe de estar muerto para todo sentimiento de virtud y de libertad. Ninguno de mis compatriotas que haya tenido la buena fortuna de presenciar las transacciones de los últimos tres días en esta ciudad dirá que mi lenguaje es exagerado.
Del Morning Post (21 de julio de 1789, sobre la toma de la Bastilla )

Puesto en el capítulo sobre la Revolución Francesa , este texto aporta una información que no aparece tratada en dicho capítulo: la repercusión en Inglaterra de ese acontecimiento de Francia. El epígrafe cumple aquí la función de proporcionar un dato, sin duda útil aunque accesorio, que no encuentra su lugar en el desarrollo del capítulo.

El texto siguiente es uno de los epígrafes puestos al comienzo de un libro que estudia las opacidades del decir. Estos epígrafes son cuatro muestras representativas de los fenómenos que van a ser analizados en la obra. Reproducimos el cuarto, tomado de la oralidad:

Estas reuniones fueron boicoteadas, la palabra tal vez sea un poco fuerte, diría; digamos mejor las han ignorado, aunque era para ellos que fueron organizadas.
(Profesor que evoca reuniones organizadas para los estudiantes)

Estos ejemplos de epígrafes muestran que el texto elegido puede ser aprovechado de diferentes maneras. Puede servir como un complemento del título , incitando, como dijimos, el interés del lector por su contenido. Puede, como también se dijo, ser portador de información relevante pero que no es explícitamente tratada en el desarrollo del texto. Puede, en fin, contribuir a la coherencia del escrito; esto ocurre cuando es retomado en otro lugar del texto, cuando se lo analiza o se lo comenta, trayéndolo de nuevo a la memoria del lector.

Las muestras que presentamos no agotan, desde ya, todas las posibilidades. Lo que sí es constante en esta práctica es que se trata de un texto breve, extraído de su contexto original y reinsertado en otro. La habilidad de su empleo está en hacerle decir algo relevante en el nuevo contexto en que se lo ha reubicado.

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